Sobre liderazgo se ha hablado, estudiado y profundizado a lo largo de la historia, pero sólo hace poco el tema de la imagen personal ha cobrado interés, pues en el imaginario colectivo se vincula directamente como una cuestión de moda, sin embargo la imagen personal es mucho más que eso. Es un conjunto de elementos que generan una percepción en los demás y que puede o no ajustarse a lo que realmente somos o lo que queremos conscientemente mostrar.
La imagen es una carta de presentación que refleja la manera en que nos relacionamos con los demás de forma consciente o inconsciente. Transmitimos nuestra imagen con las expresiones corporales, el tono de voz y la indumentaria o vestimenta, así que es importante estar atentos a nuestra postura física, movimientos, mirada, la higiene, la forma en que nos vestimos y nos desenvolvemos en cada ocasión.
Es clave generar autoconsciencia sobre lo que queremos reflejar de nosotros mismos de acuerdo a nuestros objetivos personales, profesionales o académicos; y trabajar en construir la imagen que presentaremos al mundo asumiendo con responsabilidad su cuidado y mantenimiento.
Empezar a hacer consciencia de la importancia de nuestra buena imagen personal requiere de nosotros una reflexión profunda sobre:
El objetivo de lo que queremos transmitir con nuestra imagen.
Conocer nuestro cuerpo, qué nos queda bien y qué no. Y aceptarlo sin culpa ni remordimiento.
Cuidar y mantener nuestra higiene personal.
Ser cordiales y respetuosos con todas las personas. Todos tenemos diferentes conceptos y gustos sobre la imagen.
Tomarnos el tema con seriedad.
La imagen personal también es aplicable al entorno laboral, por esto es fundamental proyectar una imagen de líder con credibilidad, seguridad, generar confianza y autoridad. La imagen personal está íntimamente ligada a la imagen profesional que no es otra cosa sino, la percepción que se crea de una persona u organización por parte de sus colaboradores, clientes y su entorno, como consecuencia del desempeño de su actividad profesional o empresarial. De esta forma vamos construyendo lo que en la actualidad se conoce como "marca profesional".
Para ser líder hay que ganarse la credibilidad, confianza y respeto de cada de los colaboradores, los líderes envían constantemente mensajes verbales y no verbales a su equipo de trabajo; con estos mensajes se va formando su imagen y reputación. Los mensajes verbales son los que se envían a través de lo que se dice y escribe y los no verbales son los que se reflejamos a través de la vestimenta, el comportamiento, las acciones, lenguaje corporal.
Construir una imagen o marca profesional exitosa requiere trabajar primero en definir una identidad. Así como para la imagen personal necesitamos definir nuestro objetivo, de igual manera con nuestra marca profesional debemos tener claro nuestro norte; ¿Cómo queremos que nos perciban profesionalmente? y desde luego esto estará conformado en parte por nuestra formación académica, experiencia laboral y las personas que hayamos conocido durante esa experiencia.
Otro elemento que no debemos perder de vista es cuidar nuestro comportamiento tanto en la oficina, en nuestra casa, en la calle o en algún evento; ser coherentes con nuestra imagen profesional en todos los entornos en los que nos desenvolvemos. Necesitamos estar atentos a los códigos y protocolos de cada lugar, cuidar la forma de hablar, el uso de elementos como el teléfono celular o la pulcritud de nuestras presentaciones digitales.
Nuestra imagen en redes sociales es altamente relevante. Lo que publiquemos allí puede abrirnos o cerrarnos puertas ya que se han convertido en poderosas herramientas para potencializar al máximo nuestra marca profesional; nos permiten no solo socializar o ver fotos de nuestros amigos y familiares, sino también difundir nuestros productos o servicios, encontrar ofertas de trabajo, hacer networking y establecer alianzas.
En conclusión, para que un líder pueda construir, mantener y mejorar su imagen personal y marca profesional debe tener un objetivo claro para él y su equipo; nunca descuidar su vestimenta ni apariencia personal; llevarla acorde al código de apariencia la empresa en la cual trabaja y de su entorno; estar constantemente revisando y mejorando su expresión oral, escrita y corporal.
La imagen personal y profesional es una herramienta poderosa que tenemos en nuestras manos, usarla correctamente puede ser el factor diferenciador, pues no basta con tener una excelente imagen, vestirse y comportarse muy bien. Además debe ser una persona competente, con cualidades y fortalezas personales y profesionales que lo hagan un gran líder. Sin duda alguna lo más importante en la imagen personal y marca profesional de un líder es que debe ser coherente es decir "ser y parecer".
Johana Quiroz Gil. Colombia.
Magister en Diseño y Evaluación de Proyectos Regionales, Especialista en Gerencia de Mercadeo y Administradora de Empresas con más de 15 años de experiencia en cargos directivos en Instituciones de Educación Superior.
Ser líder de equipos multidisciplinarios, me llevó a profundizar en herramientas como el coaching y la programación neurolingüística -PNL- y aplicarlas en mi vida profesional y personal. Apasionada por asesoría de imagen, la marca profesional y la decoración de interiores.
Redes y contacto: Instagram: johana_quirozg Linkeind: Johanna Quiroz Gil
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